el lila como punto de encuentro.....
La muerte azul, la muerte verde, la muerte roja, la muerte lila, en las visiones del nacimiento.
No me hables del sol porque me moriría.
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
Un color como un ataúd, una transparencia que no atravesarás.
La música emite colores ingenuos.
Escucho grises, densas voces en el antiguo lugar del corazón.
Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.
Agua lila, única vigilia.
Otoño en el azul de un muro: sé amparo de las pequeñas muertas.
Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio.
La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Un ahorcado se balancea en el árbol marcado con la cruz lila.
Esta lila se deshoja.
Agua negra, animal de olvido.
Y el muelle gris y las casas rojas. Y no es aún la soledad
Y las damas vestidas de rojo para mi dolor y con mi dolor insumidas en mi soplo,
agazapadas como fetos de escorpiones en el lado más interno de mi nuca.
Las madres de rojo que me aspiran el único calor que me doy con mi corazón que apenas pudo nunca latir.
Te martillean con pájaros negros. Colores enemigos se unen en la tragedia.
Y es siempre el jardín de lilas del otro lado del río,
que arrastra mi cadáver también desnudo y con un sombrero de hojas secas.
Quisiera estar muerta y entrar también yo en un corazón ajeno.
Mares y diademas, mares y serpientes.
Yo restauro, yo reconstruyo, yo ando así de rodeada de muerte.
Muñequita de papel, yo la recorté en papel celeste, verde, rojo, y se quedó en el suelo.
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
No me hables del sol porque me moriría.
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
Un color como un ataúd, una transparencia que no atravesarás.
La música emite colores ingenuos.
Escucho grises, densas voces en el antiguo lugar del corazón.
Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.
Agua lila, única vigilia.
Otoño en el azul de un muro: sé amparo de las pequeñas muertas.
Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio.
La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Un ahorcado se balancea en el árbol marcado con la cruz lila.
Esta lila se deshoja.
Agua negra, animal de olvido.
Y el muelle gris y las casas rojas. Y no es aún la soledad
Y las damas vestidas de rojo para mi dolor y con mi dolor insumidas en mi soplo,
agazapadas como fetos de escorpiones en el lado más interno de mi nuca.
Las madres de rojo que me aspiran el único calor que me doy con mi corazón que apenas pudo nunca latir.
Te martillean con pájaros negros. Colores enemigos se unen en la tragedia.
Y es siempre el jardín de lilas del otro lado del río,
que arrastra mi cadáver también desnudo y con un sombrero de hojas secas.
Quisiera estar muerta y entrar también yo en un corazón ajeno.
Mares y diademas, mares y serpientes.
Yo restauro, yo reconstruyo, yo ando así de rodeada de muerte.
Muñequita de papel, yo la recorté en papel celeste, verde, rojo, y se quedó en el suelo.
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
Alejandra Pizarnik.
Current mood: sin tabaco..........
2 Comments:
siempre estás ahí.
gracias.
:)
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